La Real Academia Española define amistad como "afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato".
Al parecer, y a juzgar por la definición, ese afecto sería independiente del hecho de que quienes lo profesen sean dos personas del mismo sexo, o de sexos opuestos. Así y todo, el debate es tan viejo como la amistad misma...
¿Existe la amistad entre el hombre y la mujer?
Según nuestro querido Sigmund Freud uno puede tener amigos gracias a que está reprimida la corriente erótica, tanto homosexual como heterosexual permitiendo de este modo la libre disponibilidad del amor tierno sin interferencias de índole sexual.
El inconveniente es que nunca lo está del todo y de allí que se generan todos estos interrogantes acerca del sentimiento de amistad.
Sucede que los seres humanos intentamos salir de este problema mediante el viejo y conocido método de la exigencia de pureza de las relaciones afectivas, lo cual no hace otra cosa que complicar aún mas el tema.
Digamos que cuando se siente amor por otro ser se movilizan una serie de sensaciones de todo tipo. La cuestión sería no asustarse ni exigirle a los sentimientos la pureza de las teorías abstractas.