Cuando una pareja comienza una relación, los besos se dan a todas horas y en cualquier lugar. Pero conforme pasa el tiempo, el besar se vuelve rutinario y su valor va a la baja. Es más, anteponemos las obligaciones y la falta de tiempo a esta demostración de afecto, de forma que tan solo le dedicamos dos semanas anuales de nuestra vida; mucho menos que a ver la tele.
¿Y por qué nos besamos? Cuando dos personas se besan todo su cuerpo reacciona y se despierta el deseo. ¿Por qué nos pasa eso? Pues porque con este gesto se libera oxitocina, una hormona relacionada con los patrones sexuales que actúa como neurotransmisor en el cerebro e influye en funciones vitales como el orgasmo, el parto o el amamantamiento. Nuestro cuerpo también libera con un beso adrenalina, aumenta el ritmo cardíaco y la tensión arterial, baja la tasa de colesterol y se intercambian bacterias que refuerzan el sistema inmunológico... Ahí es nada.
VER MAS
VER MAS