viernes, 25 de mayo de 2012

Masajes sensuales para subir la temperatura


¿Te apetece compartir unas inocentes travesuras en el dormitorio? Empieza esta misma noche con uno de estos exóticos (¡y eróticos!) masajes.


Masaje sensual en la cabeza
En la India, cualquier mujer podría confirmarte que un buen masaje en el cuero cabelludo alivia las tensiones de cuello para arriba. ¿Sabías que los hombres acumulan el estrés precisamente en esta zona del cuerpo?
Ana Victoria del Río, masajista y esteticien en Chi Spa, nos ha confirmado que este tipo de mimo es ideal para ellos, por eso es uno de los masajes sensuales que te proponemos.
Si quieres que la experiencia se vuelva realmente intensa para ambos, apoya su cabeza en tu regazo. Así podrás ver cómo se transforma su cara a medida que le acaricias. Empieza por presionarle entre las cejas con los dedos índices. Después frótale las orejas suavemente (se considera una zona erógena precisamente porque contiene más de 300 puntos de fricción). Prosigue el masaje sensual lentamente hasta llegar a su coronilla… y pídele que se incorpore: ¡ha llegado tu turno!


Estimular el pecho
Los masajistas tailandeses tienen muy claro que la espalda no debería llevarse todo el protagonismo durante un buen masaje. “La estimulación del pecho ayuda a mejorar el riego sanguíneo, lo que contribuye a reforzar el sistema inmunológico”, asegura Debora Soler, masajista en Spa-cio Natural.
Si quieres subir un poco la temperatura del dormitorio, atrévete a untarle los pectorales con un poco de aceite corporal; con ambas palmas de las manos mirando hacia arriba, comienza a dibujar círculos hasta rozarle los pezones con los pulgares. Asegúrate de que el aceite es comestible y… ¡prueba a frotarle con la lengua! A continuación avanza hacia uno de sus hombros, presionando alternativamente con palmas y pulgares, y termina masajeándole en el otro hombro. ¡Te toca!

Azotes para ponerle a 1.000
Durante siglos, los amantes de las saunas rusas se han especializado en el arte de los azotes: se trata de una tradición milenaria que activa la circulación y favorece la eliminación de toxinas. “Los rusos utilizan ramas, pero para poder practicar en casa basta con que humedezcas y calientes una toalla de mano –explica Maiya Thompson, de Just Calm Down Spa, en Nueva York.–. Es una versión más moderna y uno de los masajes sensuales que aporta los mismos beneficios.” ¡No te cortes! Primero mete la toalla en agua tibia y después escúrrela un poco antes de calentarla en el microondas durante 30 segundos (mejor que no llegue a abrasar). Pídele a tu chico que se dé la vuelta… y comienza a azotar. La incógnita de no saber dónde le vas a rozar conseguirá que la experiencia se vuelva muy excitante. Retuerce la toalla, agárrala por ambas extremos, y suelta uno de ellos contra sus piernas y brazos, suavemente. Para cerrar la sesión, pequeños azotes en espalda y glúteos… ¡Y a tomar el relevo!

Articulaciones erógenas
En Europa no nos andamos por las ramas: nuestros masajes se atreven a llegar muy abajo… ¡por el bien de la salud! Resulta que la musculatura que une caderas y muslos tiende a contraerse debido a las malas posturas. “Pasar demasiado tiempo sentado carga los músculos de la cadera”, asegura Cristina Serrano, de Time for Health (Madrid). Toma nota de esta tradición francesa: aplícate un poco de aceite corporal en las palmas de las manos y masajéale las articulaciones de la cadera hasta que la zona esté bien calentita. Pero hazlo con suavidad porque aquí se encuentran los ganglios linfáticos. Después aumenta la presión progresivamente y dibuja pequeños círculos hasta llegar a la ingle. ¡Déjale gemir unos minutos antes de pedirle que te haga otro de los masajes sensuales más picantones!


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